Sweet Cybersex
Usando al internet como su medio, el cybersexo reconfigura la idea social de las relaciones sexuales (siendo el coito la más convencional), limitadas por espacio y tiempo, a una relación supeditada al placer propio, a la exploración corporal, y a la autosatisfacción del goce sexual.
Sin embargo, el cybersexo limita la experiencia sexual en relación con el otro cuerpo, eliminando olores, texturas, e inclusive comportamientos ajenos, por lo que hace más consciente a los participantes a sentirse a sí mismos, fortaleciendo la relación con el ser propio, y así modificando la conexión entre la interacción social, y el placer sexual. Por esto, el cybersexo es una actividad dulce, limpia y casi ideal, pues busca satisfacer el deseo sexual, con la garantía de prevenir contagio de enfermedades, olores no deseados, y decepciones de tamaño, movimiento y experiencia. Debido a esto la incidencia a incurrir en juegos sexuales es mayor, usando muchas veces, objetos cercanos, muy comunes en la cotidianidad, para simular situaciones y sensaciones que debido a la barrera espacial no se pueden conseguir mediante esta modalidad.
